La historia de dos peques demasiado peques para dar su versión de los hechos, contada por los dos sujetos que les metieron en el excitante fregado de la existencia.
¿Dónde termina el niño y dónde comienza el gato? Como diría Manolito Gafotas, eso es algo que científicos de todo el mundo mundial llevan años tratando de resolver, sin conseguir dar con la respuesta.
El protagonista ha declarado: "Os revelaría cómo lo hago, pero es que ahora estoy muy ocupado pensando en mis cosas"
El langostín ha pensado que sería genial tener dos cumpleaños al año en lugar de solamente uno. Y claro, para tener dos cumpleaños tienes que nacer dos veces. Así que ni corto ni perezoso se ha puesto a ello.
Aguantar sin respirar hasta ponerse colorado -y algo más- le ha debido de parecer una forma muy adecuada de conseguirlo, además de divertida. Y encima, con cierta tradición en este país.
El caso es que con la broma hemos tenido una intensa noche carnavalesca con pernocta en urgencias hospitalarias incluida. Pero de verdad, langostín, no podemos dejarte que te salgas con la tuya. Un cumpleaños al año y once cumplemeses entre medias son más que suficientes para un marisco tan chico.
Por lo demás no te preocupes, que estamos tan contentos de tenerte aquí, que desde que llegaste, para nosotros todos los meses traen su día 31 y todos los días son domingo. Y ahora, con más razón, boquerón.
Así que hay susto, y bien gordo, pero de trato nada.
busco trabajo. Tengo en mente varias empresas, por eso me he puesto el forro polar naranja, para que vayan viendo lo bien que me queda... Mi carta de presentación, pues que tengo especial interés por los animales, igual que mi progenitora la cigala, pero a diferencia de ella, me encanta tener mascotas en casa....¡¡¡¡muuuchas mascotas!!!!
También le estoy cogiendo cariño a eso de los libros... ¡qué se le va a hacer, todo se pega en esta vida! aunque de vez en cuando me entra un qué se yo.. que me voy resbalando y resbalando... y Zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz...
Pues eso, que si alguien conoce algo acorde a mis características, por favor me avise...
El langostín cumplió ayer un mes y nos ha tenido tan liados entre tanto que no hemos tenido tiempo, ni energías, para mucho más que para servir a su Alteza Imperial. En consecuencia anda todo manga por hombro y el blog sin actualizar.
Espero que a la vista de los resultados se comprenda que ha merecido la pena. Su Excelencia Serenísima ha aumentado su talla en 4 centímetros, su peso en 1,3 kilos y su potencia pulmonar en 140 decibelios.
Hace unos días unos paparazzi lograron sacarle un robado que parece un posado o un posado que parece un robado, según se mire. Helo aquí.
"Me siento más joven cada día", ha declarado.
Con la edad, su Ilustrísima Magnificencia ha sentado la cabeza (en un conejo de peluche) y se ha inclinado por las obras de caridad (y por un hueco entre dos cojines). Comprendiendo que hay cierta ropilla en la que él ya no cabe, y que esto no es más que el comienzo, ha empezado a donar algunas de sus prendas de recién nacido a un albergue para ratas huérfanas (Aldeas Ratoniles). Aquí, una de las agraciadas.
"Loor eterno a nuestro benefactor", ha declarado la afortunada.
De música de cumplemés, su Inmarcesible Majestad, que es muy cool, nos ha ordenado que hagamos sonar el "Hallelujah" de Leonard Cohen en la versión de Jeff Buckley. Sus deseos son órdenes. Que lo disfruten (6' 53'' de exaltación)
El protagonista ha declarado: "Os revelaría cómo lo hago, pero es que ahora estoy muy ocupado pensando en mis cosas"
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