Ya tengo 8 meses y peso 10 kilos, así que creo que va siendo hora de que vaya a la guardería a ver qué se cuece por ahí. Creo que los que me metieron en todo esto han pensado lo mismo porque llevan unos días marcando mi ropa con mi nombre y metiendo en una mochila pañales, biberón, cremas, autorizaciones y otras cosas que no me ha dado tiempo a ver-agarrar-chupar.
Como la que me metió en todo esto no está acostumbrada a estar sin mí, vamos a ir poco a poco y el primer día, que es justo mañana, le dejaré que venga a buscarme pasadas dos horitas. Después iremos aumentando el tiempo un poquito, gradualmente, hasta que se vaya haciendo a la idea y se encuentre una ocupación mientras yo hago cosas serias, o sea, jugar con mis amigos, a los que todavía no conozco, por cierto. Estoy deseando enseñarles mi número de la pedorreta loca.
Ya os contaré mis impresiones de la guardería. De momento tengo buena predisposición, porque así descanso un poco de ya sabéis quiénes, que los tengo muy vistos.
Os pongo aquí la foto de carnet que voy a llevar mañana. Mira que hicimos una sesión fotográfica con fondo blanco ex profeso para la guardería; pues nada: estos dos son unos lentos con el gatillo de la cámara y ninguna de las 15 o 20 que hicimos les sirve, en todas salgo bastante movidito y un poco desdibujado. Al final los cutres de ellos han tomado una de las vacaciones y le han quitado el fondo, que ya les vale.
Creo que en cuanto aprenda a coger un rotu voy a borrarme el apellido de las etiquetas.
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