Dos Guilles y un patotigre

¡Eh chavales, mirad qué camiseta más chula me han enviado unos amiguetes desde Berlín!

Si el Centollo se cree que se la voy a prestar, va listo. Esto es una cosa entre Leonie, Sergio, Juliana, Christiana y yo, ah y Francesco que seguro que también estaba en el ajo. ¡Muchas gracias, amiguetes!

¡Cuando nos veamos os invito a unos biberones en la Ku'damm!

Grandes esperanzas

Mi langostín echa la vista atrás y calcula: "Si cuando era pequeño ya hacía lo que me daba la gana -comer, dormir y tener a los que me metieron en todo esto a mi total disposición-, ¿cómo será la vida desde ahora, que ya he cumplido 16 (días)?

Mi langostín mira expectante hacia el futuro: sabe que mañana comienza el finde y que el sábado ya tendrá 18.

Sólo a él se le hace muy lento todo esto.

A toda velocidad

Tú sabías, langostín, que cuando tú llegaras íbamos a vivir a toda prisa, que los días se pasarían volando, que crecerías muy rápido, que no nos ibas a dejar mucho tiempo para actualizar este blog, ni para hacer las cosas que solíamos hacer antes, ni para nada que no sea hacerte caso a ti y a tus circunstancias.

Por eso te encasquetaste tu gorro de pilotar y te lanzaste al 2009 esprintando en las rectas y sin frenar en las curvas, y nos llevas con la lengua fuera, intentando seguir tu ritmo, nosotros que crecimos en el lento siglo XX, en un mundo del pasado que no es el tuyo.

A esta velocidad, ¿quién podría dar cuenta de todos tus progresos en estos 12 días? Si apenas da tiempo a consignar más que uno... por ejemplo, que ya tienes ombligo!

Ya nada será igual

Con unas horas de vida, el 31 de diciembre de 2008.


La vida en 2009 no es tan dura como la pintan.


4 de enero, ya es hora de dar un paseíto por el barrio.