lunes, 3 de noviembre de 2008

Curso de Preparación al Parto (II)



La tercera sesión del curso ha vuelto a subir el nivel precedente. Ha estado dedicada a los signos del parto, para saber distinguir qué signos no merecen mucha atención y cuáles, por el contrario, son la señal para salir corriendo al hospital.

Como escribo esto pasada una semana, ya no tengo muy fresca la teoría. Sé que había una gradación en función de la importancia, pero no recuerdo bien los nombres. De alguna manera, había signos de poca importancia, más importantes y tremendamente importantes. O no alarmantes, mosqueantes y críticos. O secundarios, primarios y ya pasados de rosca. Si cuando llegan estos últimos todavía no te has percatado de que te habías puesto de parto, lo más probable es que tu churumbel ya se haya apañado solo y ande buscando un brick de leche por la nevera.

En cuanto a los signos, lo que quedó claro es que soltar el tapón mucoso es casi una cosa de la ris (alerta amarilla), que romper aguas es de nivel 2 (alerta naranja), y que las contracciones son de alerta roja, pero que tampoco es cuestión de salir corriendo a la primera porque tienen que tener un ritmo fijo, y si no lo tienen, es que son una engañufa.

Además, las primíparas se pueden tirar horas y horas con contracciones y sin terminar de entregar la mercancía. Ellas son así. Por cierto, me encanta cuando la comadrona llama primíparas a las presentes, y ellas tan plácidas. Casi todas lo son, tenemos en el curso poquísimas ¿multíparas? ¿secundíparas? ¿reincidentes? ¿inconscientes?

La segunda parte del curso estuvo centrada en todos los tipos de respiración que una equis-ípara parturienta tiene que poner en juego en la hora H del día D, en función de la fase de contracción-aflojamiento-empuje-osáquenmelodeunavez en que se encuentre. Respiración profunda, relajante, jadeante, soplante perseverante... y creo que me dejo alguna. Menos la roncante, se tiene que dominar todas las formas posibles de tragar y soltar aire. De máster.

Hablando unos días más tarde con la Cigala (que a ver si se anima a escribir más) sobre qué respiración había que hacer en cada fase de las contracciones, descubrimos que cada uno había entendido una cosa y que no lo teníamos nada, nada claro.

Así que hoy, que también toca curso, creo que disimuladamente tomaremos unos apuntillos. Una cosa es ser primíparos y otra no rendir adecuadamente al nivel de nuestras posibilidades. ¿No?

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