Una de las cosas más raras de todas las cosas raras que nos están pasando es que, hasta el momento, a nadie se le ha ocurrido comprobar si el langostino existe realmente o no. Ni la médico de cabecera, ni el ginecólogo ni la matrona han hecho más averiguaciones. Se han fiado de lo que les hemos dicho, y eso que no nos conocen. O a lo mejor por eso.
Si nos conocieran, ya sabrían que no hay que ser tan confiados. Por lo menos, no con nosotros. Eso lo sabe hasta mi crustácido, que nos tiene bien calados a la compinche -a la que me gustaría llamar la cigala, sin ofender (ni a ella, ni a las cigalas)- y a mí.
Mañana intentaremos superar este extraño record y veremos si salimos de la consulta con otra ginecóloga más, sin que tampoco ella se moleste en comprobar si es cierto lo que dice el nuestro volante médico.
Ya saben, eso de "embarazo confirmado".
¿Confirmado, dice? ¡Ja!
miércoles, 4 de junio de 2008
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