Langostín, aunque estoy un poco lejos de ti, no te creas que no sé que esta tarde has estado haciendo el ganso. Sí sí, el ganso, el chulito, tú que puedes. Ya me han dicho.
Aprovechando que tenías público que te estaba viendo por ecografía, te has puesto a estirarte y a bailar. "¡Soy el rey del mambo!", casi se te oía decir, mientras la cigala, su hermana la nécora y la doctora jibia miraban al monitor con los ojos como platos, viéndote hacer el brikindáns.
Ay que ver, me alejo de ti 1.315 kilómetros de nada, y aprovechas para sacar tu espíritu sandunguero. Me lo he perdido, qué mala suerte. Por andar por aquí...
¡Ah! y a todo esto, la prueba que te iban a hacer, sin hacerse. Así que la semana que viene tienes otra función. Ya te estoy viendo ensayar...
jueves, 19 de junio de 2008
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